La COVID-19 es una enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2 que ha generado brotes a escala mundial. Estructuralmente este virus no es único y es similar a otros coronavirus como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS). El SARS-CoV-2 ha sido identificado como una nueva variante en la familia de los betacoronavirus (Fisher, 2020).
Todo virus necesita una cierta dosis de energía UV-C para impedir el desarrollo de sus funciones celulares vitales. El virus SARS-CoV-2 está siendo sometido a estudios de susceptibilidad ultravioleta, pero globalmente se estima que al ser un virus ARN envuelto típico, la dosis debe ser similar, aunque durante los años se han realizado muchas otras pruebas en coronavirus relacionados demostrándose que los coronavirus son muy susceptibles a la desactivación ultravioleta. El siguiente informe repasa estos estudios y proporciona una estimación de la susceptibilidad ultravioleta.
La UV-C es una radiación electromagnética que impide que los microorganismos se reproduzcan al causar cambios fotoquímicos en los ácidos nucleicos. Las longitudes de onda en el rango UV-C son especialmente dañinas para las células porque son absorbidas por los ácidos nucleicos impidiéndoles desarrollar sus funciones celulares vitales. La eficacia germicida de la UV-C alcanza su punto máximo alrededor de los 250 - 265 nm, que corresponde a la absorción de UV por parte del ADN bacteriano. La eficacia germicida de la radiación UV-C puede variar entre patógenos, y las longitudes de onda de rango más amplio que incluyen la UV-B también contribuyen mínimamente a la desactivación (Webb y Tuveson, 1982). Se ha demostrado que la radiación UV-C ha sido un método utilizado para la desinfección en distintas aplicaciones durante los últimos 80 años.
La reducción logarítmica es un término matemático empleado para expresar el porcentaje o la proporción de microorganismos desactivados en un proceso de desinfección. Se calcula con el logaritmo de base 10 de la relación entre las unidades del patógeno y después de la exposición a la luz UV.
El tiempo de exposición para desinfectar una sala es una función de estas 4 variables principalmente:
Tiempo de exposición = Φ (flujo de microbios, LRF, DPR, distancia)
Se espera que el flujo del virus SARS-CoV-2 sea similar al de cualquier otro coronavirus envuelto.
Según varios estudios de susceptibilidad, se ha demostrado que la dosis correcta para desinfectar el 90 % de los coronavirus oscila entre 6 mJ/cm² (milijulios por centímetro cuadrado) y 24 mJ/cm². Para ir sobre seguro, asumimos 25 mJ/cm² como flujo esperado para matar el 90 % (factor logarítmico 1) de SARS-CoV-2 en las superficies.
Para lograr el 99 % (factor logarítmico 2) el incremento medio de flujo para la mayoría de los coronavirus conocidos es del 100 %, por lo que se considera que la dosis mínima para desactivar el 99 % de SARS-CoV-2 es de 50 mJ/cm².
Para alcanzar el factor 3, esto es, una reducción del 99,9 %, el virus debería exponerse a 75 mJ/cm².
La UV-C es una radiación electromagnética que impide que los microorganismos se reproduzcan al causar cambios fotoquímicos en los ácidos nucleicos.
En el siguiente simulador/calculadora encontrará aproximaciones sobre el funcionamiento de la radiación UV-C sobre superficies de distintas medidas:
La MTA (Metropolitan Transportation Authority) quiere ver si los rayos UVC pueden destruir el virus. La Autoridad de Transporte…