Las capacidades de desinfección son proporcionales al tiempo de exposición. Las lámparas UV-C trabajan al máximo rendimiento, y es el tiempo de iluminación lo que define el grado de desactivación de los patógenos.
Pero la tasa de desinfección no es una variable absoluta. Los microbiólogos usan el factor de reducción logarítmica para expresar el nivel de desinfección de microorganismos, y dicho factor de reducción condiciona el tiempo de exposición de un determinado dispositivo de desinfección UV-C.
La reducción logarítmica es un término matemático empleado para expresar el porcentaje o la proporción de microorganismos desactivados en un proceso de desinfección. Se calcula con el logaritmo de base 10 de la relación entre las unidades del patógeno y después de la exposición a la luz UV.
El tiempo de exposición para desinfectar una sala es una función de estas 4 variables principalmente:
Tiempo de exposición = Φ (flujo de microbios, LRF, DPR, distancia)
Los estándares internacionales especifican unos requisitos mínimos de seguridad humana para el uso de dispositivos con lámparas UV-C. Se aplican a sistemas de UV-C en conducto, sistemas de UV-C de ventilación superior en sala, dispositivos de UV-C portátiles en sala y cualquier otro dispositivo de UV-C que pueda causar una exposición humana a la UV-C. No se aplican a productos de UV-C usados para la desinfección del agua.
La dosis diaria máxima por persona es de 6 mJ/cm². Distintos productos y aplicaciones UV incorporan una serie de prestaciones de seguridad, incluidos los sensores de movimiento que aseguran una desconexión inmediata para prevenir la exposición del operador a la UV-C. Sin embargo, en caso de exposición directa a la UV-C y de acuerdo con este estándar, cada operador puede estar expuesto de forma segura diariamente a 1 min y a una distancia de 4 m del dispositivo.
A pesar del evidente bajo riesgo de exposición, recomendamos el uso de ropa y gafas protectoras, típicamente usadas por motivos sanitarios y de seguridad laboral.